A medida que avanza el viaje, cada persona que vas conociendo te cuenta acerca de sus lugares preferidos al grito de “es increíble, NO PODES dejar de ir”… así fue que terminamos visitando ciudades que estaban totalmente fuera del itinerario. Uno de esos lugares fue Ilhabela, la isla donde pasamos unos dias entre la visita Sao Paulo y el destino original, Rio.
A juzgar por la estructura del lugar, tuvimos mucha suerte en llegar en temporada baja -en alta debe ser una locura de gente-. Es una zona súper industrializada turísticamente, hay muchos emprendimientos de buceo, paseos, alquileres y lo que quieras, mucho de eso cerrado ahora claro.
Elegimos pasar el día en la playa Jabaquara por recomedacion del personal del hostel. Una playa muy chica y hermosa, con una cascada a cada lado (en esta oportunidad estaban cerrados los senderos para llegar a ellas).
EL dato importante: repelente o muerte por mordedura de mosquito avernal. Posta, te arrancan el cacho con repelente y todo así que sin se debe poner aspera la cosa.
La balsa desde Sao Sebastian cruza cada media hora y cuesta 16r por auto a la ida y 6 a la vuelta. Cómo toda isla, los precios en general estan un poco inflados así que es recomendable aprovisionarte en el continente antes de cruzar.
Internet en la isla es intermitente por lo que si tenes que subir algún archivo pesado a algún lado o tener una videoconferencia larga, mas vale hacerlo en el continente.
