Seguramente conocen la sensacion de apagar por ejemplo un tubo fluorescente o el ampli con ruido a masa y decir “ahhhhh era eso!!”. Muchos sonidos (ruidos) se hacen parte de nuestras vidas tornandose cotidianos, naturales pero ¿y que si un dia la ciudad se apagara y supieramos como se siente estar en un ambiente menos contaminado?
En donde naci, MI ciudad, Viedma este tema no tiene mayor relevancia ya que es una ciudad muy tranquila pero acá en Buenos Aires y en las grandes metrópolis del mundo la exposicion continua a niveles exacerbados de ruido no es un detalle menor. Las mediciones en Capital Federal oscilan entre 65 y 80 decibeles. Teniendo en cuenta que 70 db ya es molesto, saquen sus conclusiones.
Al margen de la irritabilidad que este “ruido ambiente” ocaciona y las dificultades para la comunicacion en general pues hay que hablar a los gritos, cabe decir que este acoso sonoro deteriora nuestro oido paulatinamente pues dia a dia nuestras celulas ciliadas se van muriendo dando como resultado una perdida en la audición.
Así es que, gracias a un deteriorado y vetusto parque automotor, obras a toda hora del día (y la noche) y el uso indiscriminado de todo aparato capaz de emitir un sonido (bocina, celulares al estilo “radiograbador rapero al hombro”, etc, etc, etc), Buenos Aires es la cuarta en el ranking de metrópolis ruidosas, detrás de Tokio, Nagasaki y Nueva York.
¿Y qué?
En Buenos Aires se realizan controles en obras en construccion (deberian pasar por la obra al lado de mi casa!!!) y el transporte publico multando a quienes exedan los 70 db en el area urbana. Segun dice el presidente de la Cámara Argentina de Acústica en ésta nota, estan trabajando mejorar la calidad de las mediciones mediante la implementacion de nuevas tecnologias y asi podran tener un mejor panorama sonoro de la ciudad. Esto, esperemos, seria el primer paso hacia una Buenos Aires un poquito menos ruidosa.